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EL CABALLO Y EL BUEN TIEMPO

EL CABALLO Y EL BUEN TIEMPO

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Con el buen tiempo se puede disfrutar más del caballo y de la naturaleza, pero sin olvidar determinados cuidados  para que su estado sea óptimo.

El calor es un factor que afecta a su salud. Aumenta el riesgo de deshidratación y pérdida de electrolitos con problemas musculares,  problemas dérmicos, riesgo de ingestión de plantas tóxicas, problemas respiratorios...

Siguiendo algunos consejos de manejo y alimentación básicas podemos prevenir muchos problemas asociados a esta época del año.

Debemos ofrecerles libre acceso a agua fresca y de calidad, para mantener una hidratación adecuada. Un caballo de media con un esfuerzo moderado necesita 20-25 litros de agua al día y sus necesidades se multiplican por el calor o el esfuerzo, por el sudor y la respiración.

Evitar el consumo excesivo de agua justo al finalizar el ejercicio. Mejor con algo de forraje y en pequeñas cantidades, lo que permitirá un mayor consumo voluntario y aumentar la reserva de agua en el aparato digestivo. Así se consigue una mejor hidratación y más prolongada.

El sudor, produce pérdida de agua y electrolitos, sodio, potasio y  minerales necesarios para el correcto funcionamiento de su organismo.

A partir de estas épocas, nuestros caballos pueden sufrir un balance electrolítico negativo, que en    muchos casos será subsanado con la alimentación adecuada, el forraje, un concentrado de calidad y aportando una piedra de sal a libre disposición.       

Si el trabajo ha sido fuerte, una ruta larga, puede ser necesario un aporte extra con un complejo electrolítico en polvo o pasta, que ayude a la mejor recuperación del caballo.

Dejar suelto a nuestro caballo es muy recomendable, pero tener en cuenta la posible existencia de plantas tóxicas. Cuidar el acceso al agua en todo momento, con zonas de sombra sobre todo si tenemos animales jóvenes más sensibles a la deshidratación. Es el caso de las yeguas con su potro.

Además debemos usar insecticidas/repelentes que nos ayudarán a prevenir problemas dermatológicos por picadura de mosquitos.

Si por el contrario el caballo lo alojamos en box debemos cuidar ventilación y temperatura.  Renovar el aire, evitando que el ambiente se cargue de amoniaco y polvo. Así controlaremos los problemas respiratorios tanto alérgicos como por irritación del amoniaco y nos facilitará el control de mosquitos.

Para transportar el caballo en los meses de verano, evitaremos las horas centrales del día. En esas horas centrales, haremos rutas cortas o si son largas sólo con caballos acostumbrados a ello, paradas más frecuentes y agua en cada parada.

Manejar nuestro caballo durante las épocas de calor solo requiere sentido común.

¡ A DISFRUTAR ¡

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